¿Por qué a los adultos les cuesta tanto aprender un nuevo idioma?

La plasticidad neuronal es la encargada de que nuestro cerebro reciba la información.

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[Foto de contexto: Pixabay]
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Un estudio realizado en Proceedings of the National Academy of Sciences, responde la interrogante de por qué a los adultos les cuesta tanto aprender un idioma, en cambio a los niños les resulta muy fácil. Este problema se debe a la plasticidad de las neuronas.

El cerebro está en un constante flujo, se ajusta repetidamente para mejorar el rendimiento mental, ya que a diario recibe millones de señales entrantes y tiene que lidiar con todas. Los expertos afirman que esta capacidad de adaptación mantiene en forma al cerebro, y esto es lo que causa que a los adultos les sea difícil aprender idiomas.

Las células cerebrales se dividen en dos categorías:

La plasticidad: es la que se encarga de tener capacidad de cambio en el cerebro, lo que quiere decir que conforme recibimos información nueva, el cerebro crea nuevas conexiones entre las neuronas.

La estabilidad: se encarga de fijar los conocimientos aprendidos en el cerebro y mantener esas conexiones neuronales.

Los niños cuentan con una mayor plasticidad neuronal, ya que se encuentran dentro del proceso de aprendizaje y por lo tanto requieren de nuevas conexiones neuronales. Están bombardeados de información nueva para analizar y posteriormente clasificar si es importante y si hay que almacenarla o no.

Entonces cuando nos hacemos grandes, la plasticidad neuronal disminuye de forma completamente natural. “El cerebro empieza a dar prioridad a la estabilidad” dice Matt Leonard, profesor adjunto del Departamento de Cirugía Neurológica de la Universidad de California en San Francisco. “Básicamente queremos aferrarnos a las cosas importantes que hemos pasado en la última década o más aprendiendo”.

Los investigadores estudiaron la actividad cerebral de 10 pacientes epilépticos de habla inglesa mientras aprendían chino mandarín. Por su condición, estas personas ya tenían electrodos en el cerebro y accedieron a extender los datos de los dispositivos al proyecto, dando la oportunidad a los expertos estudiar directamente el cerebro mientras aprende. El idioma elegido fue el chino mandarín porque es una lengua muy diferente al inglés, y esto hace más complicado su aprendizaje y requiere hacer una gran número de nuevas conexiones neuronales.

Este estudio reveló que en el proceso de aprendizaje hay neuronas que se activan y otras que no. “Hay estos diferentes tipos de grupos de neuronas, algunos de los cuales parecen estar realmente dispuestos a cambiar con el aprendizaje y otros que son más resistentes", menciona Leonard.

El cerebro es muy propenso a captar sonidos familiares.

"La mejor manera de aprender un nuevo idioma, tanto si eres un niño como un adulto, es estar inmerso en él", agrega Leonard, "estar rodeado de hablantes nativos tanto como sea posible".

"Puede que haya periodos de tiempo en los que las neuronas de la estabilidad se apaguen y digan: 'Mira, tenemos que ir más despacio y no cambiar demasiado las cosas ahora mismo'", explica Leonard.

con información de "Muy Interesante"

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